El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que podría sostener conversaciones con el dictador venezolano Nicolás Maduro. Según el mandatario, desde Caracas “ellos quisieran hablar”. La declaración surge en un momento de máxima presión legal y militar contra la cúpula chavista, tras la decisión del Departamento de Estado de iniciar el proceso para designar al Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera.
Escalada militar en el Caribe y el Pacífico
Las palabras de Trump se producen mientras Estados Unidos incrementa su presencia naval en la región. El portaaviones USS Gerald R. Ford ingresó a aguas del Caribe como parte de una operación para frenar el narcotráfico y presionar al régimen. “Tenemos gran apoyo porque todo es sobre drogas… algunos son miembros de la pandilla Tren de Aragua”, sostuvo Trump al justificar el despliegue militar.
Simultáneamente, Washington confirmó la designación del Cártel de los Soles como organización terrorista, lo que habilita sanciones adicionales y acciones directas contra sus activos. El secretario de Estado Marco Rubio aseguró que la estructura del cartel está “liderada por Nicolás Maduro y otros individuos de alto rango” del régimen.
Ofensiva legal, militar y tensiones diplomáticas
La presión incluye operativos en el Pacífico. El Comando Sur informó la destrucción de más embarcaciones vinculadas al narcotráfico, sumando 21 naves neutralizadas desde septiembre. Rubio remarcó que “ni Maduro ni sus compinches representan al gobierno legítimo de Venezuela”.
Pese al clima hostil, Trump reconoció que Caracas buscó abrir un canal de comunicación. “Podríamos tener discusiones con Maduro… Yo hablo con cualquiera, veremos qué pasa”, dijo desde Florida.
Medios estadounidenses revelaron intentos previos del régimen de negociar concesiones económicas y políticas con Washington. Desde Venezuela, figuras como Diosdado Cabello niegan la existencia del Cártel de los Soles y lo califican como un “invento estadounidense”.