
Katerrius Sparks, de tres años, falleció el 22 de julio tras permanecer cerca de cinco horas dentro de un vehículo en Birmingham, Alabama. El menor estaba bajo la custodia de una trabajadora contratada por el Departamento de Recursos Humanos (DHR), quien lo olvidó en su automóvil tras una visita supervisada con el padre del niño.
Las autoridades confirmaron que el niño fue hallado sin vida a las 17:30, con temperaturas que superaban los 32°C. El servicio de bomberos declaró la muerte en el lugar. “Creemos que fue accidental”, dijo la portavoz policial Laquitta Wade, aclarando que la trabajadora ha colaborado con la investigación.
Investigación y reacción comunitaria
El DHR informó que la empleada fue separada de su cargo por el proveedor externo. La Fiscalía decidirá si corresponde presentar cargos. La familia del menor exige respuestas y una revisión de los protocolos de traslado infantil. “No fue la primera vez que ella lo recogía”, afirmó la tía del niño, Brittney Debruce.
El caso ha conmocionado a la comunidad de Bessemer. Se ha convocado una vigilia y un servicio memorial para honrar la memoria de Katerrius. El hecho reaviva el debate sobre la seguridad en el sistema de cuidado temporal y los riesgos del calor extremo.