Tras la posesión del nuevo presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Rodrigo Paz aseguró que el ente emisor “deja de ser una caja chica” del Gobierno. Señaló que se inicia un período donde la economía se administrará con disciplina fiscal y monetaria, transparencia y rendición de cuentas, frente a la compleja situación heredada.
Prioridad en la economía de la gente
Paz enfatizó que las decisiones del BCB no deben vincularse a intereses políticos, sino al bienestar del país. “La decisión, que hemos asumido como Gobierno, es que esto deja de ser una caja chica y empieza a funcionar como un banco para todos los bolivianos”, afirmó desde el hall de Palacio Quemado.
Nuevo directorio con enfoque técnico
El presidente posesionó a David Espinoza Torrico como presidente del Directorio, junto a Walter Orellana, Álvaro Romero, Denisse Martín y Claudia Pacheco. El ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, respaldó la designación, resaltando que responde a la meritocracia y capacidad técnica. Señaló que “el déficit fiscal no se puede seguir financiando con emisión del Banco Central” y que el país enfrenta desafíos por problemas acumulados en los últimos 20 años.
Situación crítica y transparencia
Paz describió el Estado como “una cloaca de dimensiones extraordinarias” y recalcó la necesidad de administrar bien los recursos públicos: “Queremos que la platita rinda”. La medida busca garantizar que los fondos estatales se usen de manera eficiente y para el beneficio de la población.