Científicos han confirmado que desde 2020 la rotación de la Tierra se acelera levemente, lo que hace que algunos días sean entre 1,3 y 1,5 milisegundos más cortos.
Aunque este cambio no se percibe en la vida diaria, los expertos advierten sobre los riesgos de un aumento sostenido de la velocidad.
Satélites y relojes biológicos en riesgo
Según la NASA, si la rotación aumentara apenas 1,6 km/h, los satélites de comunicación perderían su sincronía, afectando la televisión, internet y operaciones militares. Además, días más cortos alterarían nuestros relojes biológicos, generando un desajuste permanente. Con un aumento de 160 km/h, un día duraría solo 22 horas.
Inundaciones y terremotos devastadores
El astrónomo Sten Odenwald explicó que la fuerza centrífuga superaría a la gravedad, provocando oscilaciones y desbordes oceánicos. Duncan Agnew, de la Universidad de California, advirtió que las mareas cambiarían drásticamente, hundiendo regiones como la cuenca del Amazonas y el norte de Australia. También habría más presión sobre las placas tectónicas, aumentando terremotos y actividad sísmica.
¿Un escenario real?
Pese a lo alarmante, los expertos consideran que es un escenario hipotético. “Esto no puede suceder y nunca se ha observado nada parecido en ningún planeta o estrella”, aclaró Agnew, descartando que la Tierra llegue a girar tan rápido.