Nuevas revelaciones describen la peligrosa operación que permitió a María Corina Machado abandonar Venezuela rumbo a Oslo, donde recibió el Premio Nobel de la Paz. La misión, relatada por The Wall Street Journal, estuvo llena de fallas técnicas, mareos y horas a la deriva en el mar Caribe. La opositora venezolana vivía en la clandestinidad tras ser excluida de las elecciones de 2024.
Tres horas perdidas en el mar y un GPS hundido
Machado pasó más de tres horas a la deriva en el Golfo de Venezuela después de que el GPS de la embarcación cayera al agua y el dispositivo de respaldo fallara. Con olas de tres metros y sin comunicación, el equipo de rescate inició una búsqueda urgente liderada por Bryan Stern, veterano de combate estadounidense. Cuando confirmó que había logrado ubicarla, envió un mensaje corto pero contundente: “Jackpot, jackpot, jackpot”.
En un video de prueba de vida enviado a funcionarios de Estados Unidos, Machado apareció afectada por el oleaje y declaró: “Mi nombre es María Corina Machado. Estoy viva, a salvo y muy agradecida”.
El viaje clandestino y la Operación Dinamita Dorada
La misión fue denominada Operación Dinamita Dorada en referencia al Nobel. Más de treinta personas participaron, sin apoyo del gobierno estadounidense, y bajo la coordinación de la firma Grey Bull, dirigida por Stern. El plan contemplaba múltiples rutas, rumores falsos para despistar a perseguidores y estrictas medidas para evitar rastreo digital.
Disfraces, retrasos y una travesía de casi tres días
Machado salió de su escondite “disfrazada y con peluca”. La embarcación tuvo fallas mecánicas que retrasaron la salida doce horas. Las condiciones climáticas fueron duras, pero también ayudaron a que la lancha pasara inadvertida ante radares militares. Tras desviarse 25 millas del punto acordado, el equipo logró localizarla cerca de la medianoche.
Finalmente llegó a Curaçao y, horas después, voló a Oslo, donde calificó la operación como un “milagro”.