El paso fronterizo de Kerem Shalom, entre Israel y la Franja de Gaza, reabrió este lunes para permitir el ingreso de ayuda humanitaria, un día después de intensos bombardeos israelíes. Sin embargo, el clima de tensión aumentó tras nuevas denuncias del grupo Hamás, que afirmó que Israel devolvió 135 cuerpos de palestinos con signos de tortura.
Según Amjad Al-Najar, portavoz del Club de Prisioneros Palestinos, los cadáveres presentan señales claras de violencia. “Hay hematomas, fracturas, quemaduras por electrocución, y también por productos químicos”, detalló.
Marcas que no dejan dudas
De acuerdo con la ONG, los cuerpos fueron entregados sin nombres y muestran heridas graves. “Varios cuerpos tienen marcas de ataduras en las muñecas y tobillos, impactos de bala en la cabeza y signos de violencia sexual”, añadió Al-Najar. Algunos, incluso, habrían sido cosidos tras posibles extracciones de órganos, aunque no se pudo confirmar este extremo.
Israel niega las acusaciones y habla de propaganda
El Ejército israelí rechazó las denuncias, asegurando que todos los cuerpos corresponden a combatientes palestinos y calificó las acusaciones de “propaganda de Hamás”. Aun así, varios familiares comenzaron a enterrar los cuerpos rápidamente por la falta de refrigeradores en los hospitales.
“Pedimos ayuda internacional para conservar los cuerpos y realizar análisis forenses, porque estamos hablando de posibles crímenes de guerra cometidos por Israel”, insistió Al-Najar.
Netanyahu mantiene su postura sobre Hamás
Mientras tanto, el primer ministro Benjamín Netanyahu reiteró en una entrevista con Canal 14 que la guerra terminará solo cuando concluya la segunda fase del alto al fuego, la cual incluye la desmilitarización total de Gaza.