El Plan de 28 Puntos impulsado por Donald Trump para poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia enfrenta fuertes presiones de Vladimir Putin y exigencias firmes de Volodimir Zelensky. Aunque la Casa Blanca mantiene el optimismo, las posiciones de ambos líderes amenazan con bloquear cualquier avance.
El punto más polémico
El punto 21 del documento es el mayor foco de conflicto. Allí se propone que “Crimea, Luhansk y Donetsk serán reconocidos de facto como territorios rusos”. Además, plantea congelar Kherson y Zaporizhia en la línea de contacto y crear una zona desmilitarizada bajo reconocimiento internacional. Kiev rechazó este punto y cuenta con el respaldo de la Unión Europea y el Reino Unido. Moscú, por su parte, avisó que el punto 21 “no está bajo negociación”.
Exigencias militares y tensiones con la OTAN
La propuesta también incluye condiciones que Ucrania considera inaceptables. Entre ellas, limitar su ejército a 600.000 efectivos, renunciar constitucionalmente a ingresar a la OTAN y prohibir que la Alianza instale tropas en su territorio. Europa ya comunicó a Trump que no apoyará los puntos 6, 7 y 8.
Negociaciones contrarreloj
En diciembre iniciarán conversaciones simultáneas en Moscú y Kiev, mientras enviados de Trump intentan reducir la tensión. Sin embargo, la distancia es profunda: Putin quiere consolidar territorios ocupados y Zelensky no aceptará ceder Crimea, Luhansk ni Donetsk.