Boris Pistorius, ministro de Defensa de Alemania, se ha convertido en una figura clave en el debate internacional. A sus 65 años, impulsa una transformación profunda en las fuerzas armadas de su país. Defiende que Alemania debe estar “preparada para la guerra”, en medio de la creciente tensión con Rusia y el fortalecimiento de la OTAN.
Su postura es polémica dentro de su propio partido socialdemócrata, tradicionalmente antimilitarista, pero goza de una fuerte popularidad ciudadana.
Un discurso directo que divide y convence
Pistorius ha dicho públicamente que Alemania debe convertirse en un “país adulto” y asumir responsabilidades en la defensa europea. Aunque enfrenta críticas internas, encabeza las encuestas como el político más valorado del país.
Su reto es complejo: aumentar el número de soldados, modernizar el ejército y resolver el debate sobre el posible retorno del servicio militar obligatorio.
Alemania ante un nuevo escenario mundial
La invasión rusa a Ucrania cambió el panorama estratégico de Europa. Según analistas, la posición de Pistorius refleja una etapa en la que Alemania y la Unión Europea evalúan dejar atrás décadas de neutralidad militar para reforzar sus sistemas de defensa.