De los bits a los cerebros digitales: los agentes de IA son el nuevo internet

En 1989, Tim Berners-Lee creó la base de la World Wide Web, sin imaginar que revolucionaría la humanidad. Décadas después, vivimos una transformación similar con los agentes de inteligencia artificial (IA). Así como las webs marcaron una era, hoy la ausencia de IA en procesos clave es sinónimo de atraso.

El crecimiento exponencial de datos y la digitalización global han impulsado soluciones como ChatGPT o Gemini, capaces de procesar y generar contenido en tiempo real. Las empresas que se adapten más rápido a esta nueva ola serán las que dominen el futuro.

Agentes inteligentes: más que asistentes virtuales

A diferencia de los chatbots tradicionales, los agentes de IA analizan, aprenden y mejoran con el tiempo. Según Gartner, representarán el 15% de las decisiones laborales en 2025. Ya no solo responden: optimizan procesos y ofrecen soluciones personalizadas.

Ejemplos como Burberry con sus espejos de realidad aumentada o Ray-Ban con gafas inteligentes que comparan precios en línea, muestran cómo la IA redefine la experiencia de usuario. Amazon, por su parte, trabaja en agentes que anticipen necesidades del comprador basados en su perfil.

Una transformación que recién comienza

Aunque el 85% de las empresas intentó digitalizar procesos tras la pandemia, solo el 25% obtuvo buenos resultados por falta de madurez tecnológica. Los agentes de IA prometen cerrar esa brecha, automatizando tareas complejas, como ya lo hace un banco que redujo de 560 a 105 horas su tiempo de programación.

El futuro ya comenzó. Y como ocurrió con internet, adaptarse a tiempo puede ser la diferencia entre liderar o desaparecer.

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