Jeanine Añez afirmó que tomó todas sus decisiones en medio de una “urgencia total”. Explicó que no pudo evaluar a los miembros de su gabinete debido al contexto de violencia y vacío de poder que vivía Bolivia en 2019, tras la renuncia de Evo Morales. Señaló que cada minuto era clave para evitar un colapso institucional. “Todo tenía que ser rápido”, indicó.
Designaciones apresuradas
Relató que eligió a su gabinete entre personas de su entorno político y colegas parlamentarios. Su objetivo, dijo, era estabilizar el país. “Lo más importante era tener autoridades porque la situación podía caerse en cualquier momento”, afirmó. Reconoció que algunas decisiones posteriores le generaron decepciones, aunque aseguró que actuó con buena fe.
Sucesión, pandemia y elecciones
Añez recordó que no buscó ser presidenta. “Lo hice por responsabilidad con el país, porque estábamos al borde de una guerra civil”, señaló. Afirmó que no se prorrogó en el poder y justificó el retraso electoral por la crisis en el Tribunal Supremo Electoral y la llegada del COVID-19.
Sobre la pandemia, dijo que fue la etapa más dura de su gestión. Defendió el confinamiento, aunque admitió que fue doloroso. “Si hubiese tenido la posibilidad de revertirlo, lo habría hecho”, expresó.
Candidatura, detención y futuro político
Añez sostuvo que decidió postularse en 2020 por la necesidad de unidad, aunque luego renunció. Reiteró que enfrentó discriminación por ser mujer. Dijo que apoya al presidente Rodrigo Paz y pidió darle tiempo para gobernar. Recordó que fue detenida en 2021 y liberada el 6 de noviembre, tras enfrentar varios procesos.