La Fiscalía allanó un galpón alquilado por el dirigente panificador Rubén Ríos a EMAPA y encontró una serie de elementos que no correspondían al contrato de almacenaje de harina subvencionada. En el lugar había oficinas, una habitación, un vehículo en desuso, una caja fuerte y un horno industrial.
“Entre lo más sobresaliente es un galpón bastante extenso (…) existe un vehículo también que al parecer estaría en desuso (…) también se ha podido encontrar una caja fuerte y también la existencia de un horno industrial”, informó el fiscal Ronald Jurado.
Relación contractual bajo sospecha
Según la investigación, EMAPA pagaba aproximadamente 19.000 bolivianos mensuales por el uso del espacio. El convenio establecía únicamente el depósito de productos estatales, por lo que la presencia de equipamiento ajeno a esta función generó dudas sobre posibles usos privados.
La Fiscalía presume que el horno industrial podría indicar actividades irregulares vinculadas a la harina subvencionada, cuyo fin era abaratar el pan para la población. Ahora se investiga si existió un desvío de recursos o un aprovechamiento indebido del mecanismo estatal de subvención.
Investigación por presunta corrupción
Con estos indicios, el Ministerio Público profundiza el caso para establecer si el galpón fue utilizado con fines distintos a los acordados y si el Estado sufrió un daño económico por el desvío de productos de primera necesidad.