La madrugada del jueves, el juez Wilber Cruz Arancibia, de 38 años, fue asesinado a balazos en Villa Tunari, Cochabamba. Tres disparos acabaron con su vida en presencia de su hijo. Junto al cuerpo se encontró una nota que decía: “Por no cumplir tu trabajo, te lo advertimos Cristina”, lo que sugiere un ajuste de cuentas vinculado a su labor judicial.
Reacción de las autoridades judiciales
Aldo Quezada, presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, calificó el hecho como “un acto cobarde e infame”. Agregó: “Es inconcebible que una autoridad judicial, haya actuado bien o mal, pierda la vida por ejercer sus funciones”.
Precedente sin igual en Bolivia
Quezada señaló que este asesinato constituye un hecho sin precedentes en la historia judicial del país. “Es la primera vez en la historia que ocurre un atentado de sicariato contra una autoridad judicial”, afirmó.
Inseguridad y recomendaciones al gobierno
El presidente del Tribunal advirtió que este caso refleja “el crecimiento de la inseguridad que hoy afecta a todo el Estado boliviano” y lo atribuyó a “19 años de un Estado fallido”. Instó al nuevo gobierno a fortalecer la institucionalidad del Órgano Judicial y asegurar mejores condiciones funcionales y administrativas. También subrayó que el respeto a la independencia de poderes y la autonomía presupuestaria son esenciales para recuperar la confianza ciudadana en la justicia.