El colapso de First Brands, un fabricante de autopartes de Ohio, ha provocado pérdidas millonarias y sacudido la confianza en Wall Street. La quiebra deja al descubierto prácticas financieras opacas que han afectado a gigantes como Jefferies, UBS y BlackRock.
Miles de Millones que «Desaparecieron»
La quiebra judicial presentada en Texas reveló que hasta $2,300 millones en activos «simplemente desaparecieron». First Brands, que reportó ventas por $5,000 millones el año pasado y empleaba a 26,000 personas, se derrumbó bajo una estructura de deuda compleja y poco transparente.
La empresa había crecido mediante la adquisición de 15 competidores, incluyendo marcas reconocidas como FRAM y Autolite. Sin embargo, su estrategia agresiva se sustentaba en deudas ocultas fuera de balance que terminaron por colapsar el sistema.
Jefferies y UBS Entre los Más Afectados
El banco de inversión Jefferies enfrenta pérdidas significativas a través de su filial Point Bonita Capital, que prestó $715 millones a First Brands. La entidad reconoció que no ha recibido pagos desde el 15 de septiembre. Su cotización cayó un 17% en la última semana.
UBS también figura entre los más perjudicados, con fondos privados que reclaman más de $500 millones. BlackRock, CarVal, Ellington Management Group y los brazos financieros de Ford y General Motors completan la lista de acreedores afectados.
Prácticas Opacas y Deudas Duplicadas
El caso expuso mecanismos financieros controvertidos. First Brands había comprometido las mismas facturas a múltiples prestamistas, multiplicando artificialmente el valor de sus garantías. Los acreedores descubrieron miles de millones en deudas fuera de balance que no aparecían en los registros contables.
La audiencia judicial reunió a más de 500 personas conectadas, reflejando la preocupación en el sector financiero. El caso reaviva el debate sobre los riesgos del crédito privado y la falta de supervisión regulatoria en este mercado que ha crecido exponencialmente.