En Cochabamba, cada día comienza con api morado o marmolado acompañado de pasteles y buñuelos. También están presentes la salteña, el café y nuevas tendencias como ensaladas de fruta y jugos detox que atraen a los jóvenes.
Media mañana con tradición
La costumbre manda que antes del almuerzo se disfrute otra comida. Hay tucumas, empanadas de queso, rellenos, sándwich de chola y phiri de quinua con llajua. Nada falta para mantener la tradición de que en esta ciudad se vive para comer.
El almuerzo más abundante
El mediodía llega con sopas de maní, lawas, pollo o papa pica. Los domingos se suman el chicharrón, el lechón, el charque y el pique macho, íconos de la mesa cochabambina.
Tardes con platillos especiales
Cada día tiene su receta: lunes de escabeche, martes de ch’ajchu, miércoles de ají de patas, jueves de fideos uchu y viernes de trancapecho o anticuchos.
Fin de semana y legado ancestral
Sábados y domingos son para compartir en familia. En provincias como Cliza destacan el pichón o el pescado, mientras ferias como la Ñawpa Manka Mikhuna recuperan recetas de los abuelos: humintas, lawa, mote con queso y chanqa.
Capital gastronómica
La comida en Cochabamba es identidad, economía y tradición. Por eso se la reconoce como la capital gastronómica de Bolivia.