
El Gobierno alertó este lunes que una “cadena de impunidad” impide la detención del dirigente evista Ramiro Cucho, señalado como uno de los responsables de la muerte de tres efectivos en Llallagua, Potosí, durante los bloqueos de junio pasado.
El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, cuestionó la falta de avances judiciales. “Desde el 11 de junio hemos pedido que se revoque la detención domiciliaria. Presentamos 14 informes que lo vinculan con el asesinato de talento humano de la Policía”, afirmó.
Fuga y falta de proceso penal
Según la investigación policial, Cucho y otros implicados huyeron por una vía del norte de Potosí y “encontraron cobijo” en el trópico de Cochabamba. Pese a los informes y pruebas, Aguilera lamentó que “hasta ahora no se le ha abierto el proceso penal, lo cual es absolutamente llamativo”.
El Gobierno acusa a algunos mecanismos fiscales y judiciales de ralentizar la causa, generando incertidumbre y evitando que las acciones sean efectivas.